La consultora advierte que los tres componentes principales de la boleta -energía, transmisión y distribución eléctrica- verán alzas significativas, sumando presiones al pago del cliente final. Por eso llaman a revisar la política de subsidios recientemente creada, que beneficiaría a un millón y medio de hogares, pero cuya implementación depende de un decreto próximo a ser publicado.
“Todo esto se está empezando a sincerar”. Así resumen en Valgesta, consultora liderada por el exsecretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía (CNE), Andrés Romero y su socio, Ramón Galaz, el duro panorama que se avecina para los clientes sometidos a la fijación de precios de la electricidad.
Se trata de un escenario en el que subirán los tres componentes que definen el costo final en las cuentas del servicio básico que paga el segmento residencial. El precio de energía, que representa cerca un 70%, será descongelado tras mantenerse sin variaciones desde el estallido social de 2019; el costo de la distribución, que pesan otro 20%, será ajustado al alza luego del decreto 2020-2024 fuera publicado el pasado 31 de mayo; y los cargos de transmisión, que explican el restante 10%, y donde la CNE emitió un informe preliminar adelantando históricos aumentos en el segmento.
Un cóctel que si bien tendrá como aliciente la aplicación de un subsidio recientemente creado para morigerar los aumentos para el 40% más vulnerable, igualmente presionará los costos de miles de familias y pymes sujetas a la regulación de precios.
Si bien cada componente vive su propio proceso tarifario, el del Valor Agregado de Distribución (VAD) ya fue publicado, y el de energía dependerá de las observaciones que reciba el Informe Técnico Preliminar para la fijación de Precios de Nudo Promedio, que se encuentra en consulta desde el 23 de mayo. Algo similar viven por su parte los cargos de transmisión. En estos, la publicación de los informes finales trazarán el escenario definitivo, pero las previsiones permiten adelantar sombrías proyecciones.
De hecho, en las estimaciones de Valgesta -en base a la información actualmente disponible- el segmento de clientes con consumos bajo los 350 KWh mensuales verá que el valor por cada KWh mensual pasará desde los actuales $109,64 hasta los $128,27, marcando un alza de 17% en el próximo ajuste, previsto para julio. Luego, con el segundo ajuste, estimado para octubre, dicho precio aumentaría hasta los $161,87 por cada KWh, acumulando una variación de 48%, y ya en enero del próximo año, tocaría los $178,69 por KWh, sumando así un aumento de 63% en tres meses.
En el caso de los clientes con consumos hasta 500 KWh mensuales, los aumentos iniciales serían mayores, ya que el primer ajuste en julio elevaría sus pagos en un 41%, y el segundo en hasta un 57%, pero luego habría un leve retroceso en enero, acumulando alzas de 51% en bases a las actuales tarifas.
Ramón Galaz, director ejecutivo de Valgesta, explicó así las razones detrás de los ajustes que estiman para cada segmento de la cuenta de electricidad.
“En el caso del precio de la energía, el mayor efecto es por tipo de cambio y el pago de la deuda. En el del VAD, se debe principalmente a que se reajustan las tarifas por IPC y se aplican las nuevas tarifas al nuevo decreto. Y en el de transmisión, se origina en la acumulación de saldos, aumentos del tipo de cambio, una menor demanda de los clientes y menores ingresos tarifarios”.
La Tercera, 10 de junio de 2024